Tanto el Consejo General de Economistas, como el Registro de Asesores Fiscales (REAF), han recomendado una revisión global de los tributos ligados a la financiación autonómica con motivo de la presentación del informe titulado "Panorama de la Fiscalidad Autonómica y Foral 2019", que refleja la necesidad de acometer una reforma de la imposición ligada a las finanzas autonómicas, yespecialmente de la organización estatal de los elementos esenciales de los impuestos propios.

Los expertos que presentaron el informe definieron los impuestos autonómicos como "una jungla inesperada", ya que hay hasta 81 impuestos distintos, por lo que, ante la próxima campaña electoral, "sería bueno" que los responsables políticos presentaran su modelo de financiación autonómico, "independientemente de que prosperase o no". Además, los expertos han señalado que la mayoría de las comunidades tienen previsto para 2019 muchas modificaciones en Actos Jurídicos Documentados, con clara tendencia de eliminar bonificaciones fiscales establecidas para los préstamo hipotecarios, que atribuyen a que el sujeto pasivo es ahora la entidad bancaria. Además, en el Impuesto de Sucesiones y Donaciones, Aragón incrementa la reducción, así como Cantabria, Canarias y Madrid.

En la presentación del informe se resaltó que la calidad normativa es deficiente, porque se establecen muchos beneficios fiscales, de compleja comprobación y de escasa relevancia para el contribuyente. Y aunque las reglas del juego lo permitan, el contribuyente percibe que se producen unas diferencias de tributación demasiado grandes por razón del territorio, tanto en tributos cedidos como en los propios.

Los tributos propios recaudaron el 2,1 % de los ingresos tributarios autonómicos en 2017, y de éstos el 61,1 % de la recaudación correspondió a impuestos medioambientales, principalmente emisiones, gases y agua.