¿Qué es un CAT?

Cuando se quiere dar de baja un vehículo, éste debe ser trasladado a un Centro Autorizado de Tratamiento (CAT), denominación que en la actualidad reciben los desguaces, que tras afrontar un importante proceso de reconversión, cuentan ahora con una autorización otorgada por el órgano medioambiental correspondiente para llevar a cabo su cometido. Sólo estos centros pueden dar la baja administrativa del registro general de vehículos, eximiendo a los usuarios de toda responsabilidad sobre los mismos.

Una vez en el centro de tratamiento, el vehículo es sometido a un proceso de descontaminación que consiste en extraer del mismo todo aquello que pueda resultar dañino para el medio ambiente y almacenarlo en depósitos adecuados. Es el caso de fluidos tales como aceite del motor, caja de cambio, combustible, fluido de aire acondicionado y líquido de frenos, además de la batería y los frenos. Acto seguido, se procede al desmontaje de aquellos componentes susceptibles de ser reutilizados, pudiendo servir éstos para reparar otros vehículos.

Si bien resulta evidente que el vehículo en sí ya no sirve, esto no significa que no pueda haber piezas que estén en perfecto estado y que, por tanto, sean útiles para alargar la vida de ciertos vehículos.

Una de las cuestiones que más preocupan en la Unión Europea es la desaparición o pérdida de vehículos fuera de uso que se está produciendo en muchos Estados, por esa razón es fundamental que los vehículos lleguen a los centros de tratamiento.

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